¿Por qué transpiro tanto?

La transpiración o sudoración es un proceso fisiológico normal cuya principal función es disipar calor permitiendo así regular la temperatura corporal. Si hace calor o hacemos ejercicio, todos transpiramos, algunas personas un poco más que otras, los hombres más que las mujeres, pero todo el mundo transpira.

Hay, sin embargo, algunas personas que lo hacen en exceso frente a los estímulos normales (calor, ejercicio, estrés, comidas condimentadas, entre otros). Algunos factores pueden influir en esto, como el sobrepeso, pero en aproximadamente un 10% de la población esta transpiración mayor que lo habitual altera las actividades de la vida normal y deteriora su calidad de vida, esto es lo que entendemos por sudoración excesiva.

Existe otra condición, presente en 1 a 3 % de la población, que es la hiperhidrosis, que se refiere a cuando la sudoración excesiva ocurre siempre, sin causa evidente y no sólo frente al calor y ejercicio, sino que en cualquier momento, aún en invierno, con aire acondicionado o estando en reposo.

La hiperhidrosis idiopática o primaria consiste en una disfunción del nervio simpático, responsable, entre otras funciones, de estimular la sudoración. En la hiperhidrosis aumenta su actividad, produciendo siempre un exceso de transpiración, aumentando además con los desencadenantes habituales de la sudoración ya mencionados.

La hiperhidrosis se produce generalmente en forma localizada en algunas partes del cuerpo: axilas, manos, plantas de los pies o zona cráneo-facial.

Si bien tanto la sudoración excesiva como la hiperhidrosis son afecciones benignas, producen una importante alteración de la autoestima y deterioro de la calidad de vida, con limitación de las actividades sociales y laborales.

Existen diferentes tratamientos disponibles y la elección depende de la edad del paciente, localización y severidad de los síntomas.

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