¿Cuándo aplicar frío o calor en una lesión?
La elección de frío o calor en una lesión va a depender del tiempo de evolución y del proceso fisiológico que se quiera producir en el tejido lesionado.
Por ejemplo, en un trauma común, como un golpe, contusión, esguince o una contractura brusca que se da comúnmente en la práctica deportiva, se necesita bajar la inflamación, evitar que se forme un hematoma (moretón), y disminuir el edema (hinchazón). En este caso, lo recomendado es aplicar frío, el que, además, ayuda a disminuir el posible daño a los tejidos involucrados y el dolor en la zona lesionada.
El ideal es aplicar el frío no más de 15 a 20 minutos cada 6 a 8 horas.
En cambio, después de 48 a 72 horas de producida la lesión, lo que se necesita es reparar, aumentar la vascularización para mejorar el intercambio entre los radicales tóxicos y los nuevos nutrientes y oxígeno para drenar la inflamación y el edema, y estimular el proceso de reparación. Para esto, es necesario aplicar calor. Este también se puede emplear en las contracturas posturales que llevan varios días para lograr la relajación muscular.
El calor se usa por 15 a 20 minutos al menos 3 veces al día.
La forma clásica de uso es con una bolsa de hielo o un guatero, siempre cubriendo la piel con un paño delgado para no producir quemaduras. Existen en el mercado también las ampliamente utilizadas compresas frío-calor, las que pueden congelarse o calentarse en un microondas o a baño María.
De todas maneras, estas son indicaciones generales, que varían caso a caso y, por supuesto, si existe la duda de que pueda ser una lesión más grave, se debe acudir por asistencia profesional.
Si tienes alguna pregunta para nuestros especialistas, puedes mandarla a comunicaciones@clinicauandes.cl