¿Qué son los trastornos digestivos funcionales?
Comienza el 2022 y para muchas personas un nuevo año es sinónimo de nerviosismo y ansiedad por todo lo que involucra volver a echar a andar una vez más la rutina. Es ahí donde aparecen ciertas molestias en niños y adultos, ese malestar estomacal que señalan los menores a veces o una dificultad que podemos experimentar para ir al baño.
Lo anterior podría deberse a una enfermedad digestiva funcional, la que se caracteriza por presentar sintomatología sin que haya daño en alguna estructura o en el funcionamiento del sistema digestivo. Ejemplos de esto son el conocido síndrome de intestino irritable y el reflujo gastroesofágico, que afectan el día a día de muchas personas, sobre todo cuando están en periodos de estrés, ansiedad o depresión.
“Según estudios, casi un tercio de la consulta al gastroenterólogo se debe a este tipo de trastornos. Y quienes más los padecen, son los adultos entre 35 a 50 años, relacionando esta condición al período de la vida en que se presenta una alta carga laboral, responsabilidades, o situaciones familiares complejas”, explica el Dr. Rodrigo Quera, jefe del Centro de Enfermedades Digestivas de Clínica Universidad de los Andes.
Los síntomas de los trastornos digestivos funcionales muchas veces se pueden asociar a eventos estresante como el inicio de un nuevo trabajo, programar un viaje importante o el comienzo de clases. “Esto se debe a que existe una conexión entre el cerebro y el intestino o “eje cerebro-intestino”. Pese a lo anterior, y dado que puede confundirse muchas veces con otros problemas de salud, es importante acudir a un buen especialista que evalúe, examine y solicite los exámenes pertinentes para descartar otra patología”, agrega el Dr. Rodrigo Quera.
Algunos de los síntomas más frecuentes son:
- Sensación de molestia o dolor en la boca del estómago
- Sensación de pesadez o saciedad al comer
- Hinchazón
- Estreñimiento
- Cambios en el tránsito intestinal
En tanto, el Dr. Christian von Muhlenbrock, gastroenterólogo de Clínica Universidad de los Andes, señala que “todos podemos experimentar estos síntomas de forma aislada (al estar nerviosos antes de un examen, por ejemplo), pero es recomendable consultar si estos alteran la vida diaria. Si bien los trastornos digestivos funcionales no suelen asociarse a cuadros graves, un gastroenterólogo puede ayudar a buscar la solución para cada persona y con esto mejorar la calidad de vida los pacientes”.
De esta forma, la recomendación es no atribuir cada alteración estomacal a un trastorno funcional, pues para catalogarse como tal, deben descartarse otras causas orgánicas de base. “También es importan que el paciente indique al médico si estos episodios de dolor se presentan en situaciones específicas, si están atravesando algún momento complejo en su vida, etc. Así el especialista podrá tener más antecedentes y brindar un diagnóstico y tratamiento integral y certero”, finaliza el Dr. von Muhlenbrock.