Recomendaciones para no subir de peso en invierno
Es fundamental hidratarse y no dejar de lado las frutas y verduras.
Chocolates, pasteles y galletas. Alimentos de este tipo se transforman en los favoritos de muchos, sobre todo en este periodo del año, donde el frío hace que, en general, aumenten las ganas por consumir productos altos en calorías y con un importante porcentaje de grasa.
Para eso, entregamos algunos consejos que nos permitirán seguir un plan de alimentación saludable:
> Mantener una rutina de alimentación sana y consumir las cuatro comidas diarias, acompañadas de una o dos colaciones.
> Beber agua para mantenerse hidratado. Es importante consumir líquidos en invierno, ya que ayuda a evitar la retención de líquidos y permite una buena circulación de la sangre, que es presionada por el uso de calefacción y ropas ajustadas. A ello se puede sumar el consumo de sopas bajas en sodio, cremas y guisos, que son alimentos cálidos y que nos ayudan a aumentar nuestra temperatura corporal y producen una sensación de saciedad.
> A la hora del almuerzo, incluir ensaladas, de preferencia verdes. Evitar el consumo excesivo de choclo, arvejas y habas, que son consideradas como carbohidratos.
> Si la elección de nuestro plato de fondo contiene elementos altos en carbohidratos, preferir de postre algo más liviano, como fruta o jalea.
> Evitar consumir pan durante el almuerzo, ya que esto aumenta el número de calorías en forma de carbohidratos que se consume.
> En momentos de ansiedad, es preferible consumir de colación frutos secos, chips de manzana, barritas de cereal (de preferencia aquellas con menos de 90 calorías), jaleas, fruta, yogurts descremados o chocolates amargos.
> Mezclar el jugo con agua, para evitar un consumo excesivo de azúcar.
> No dejar de hacer deporte. La actividad física suele reducirse durante estos meses por el frío, pero existen actividades complementarias que no requieren salir de casa, como subir y bajar escaleras, bailar, realizar abdominales, etc. Se recomienda realizar ejercicio 3 veces a la semana por 30 minutos como mínimo.
Para eso, entregamos algunos consejos que nos permitirán seguir un plan de alimentación saludable:
> Mantener una rutina de alimentación sana y consumir las cuatro comidas diarias, acompañadas de una o dos colaciones.
> Beber agua para mantenerse hidratado. Es importante consumir líquidos en invierno, ya que ayuda a evitar la retención de líquidos y permite una buena circulación de la sangre, que es presionada por el uso de calefacción y ropas ajustadas. A ello se puede sumar el consumo de sopas bajas en sodio, cremas y guisos, que son alimentos cálidos y que nos ayudan a aumentar nuestra temperatura corporal y producen una sensación de saciedad.
> A la hora del almuerzo, incluir ensaladas, de preferencia verdes. Evitar el consumo excesivo de choclo, arvejas y habas, que son consideradas como carbohidratos.
> Si la elección de nuestro plato de fondo contiene elementos altos en carbohidratos, preferir de postre algo más liviano, como fruta o jalea.
> Evitar consumir pan durante el almuerzo, ya que esto aumenta el número de calorías en forma de carbohidratos que se consume.
> En momentos de ansiedad, es preferible consumir de colación frutos secos, chips de manzana, barritas de cereal (de preferencia aquellas con menos de 90 calorías), jaleas, fruta, yogurts descremados o chocolates amargos.
> Mezclar el jugo con agua, para evitar un consumo excesivo de azúcar.
> No dejar de hacer deporte. La actividad física suele reducirse durante estos meses por el frío, pero existen actividades complementarias que no requieren salir de casa, como subir y bajar escaleras, bailar, realizar abdominales, etc. Se recomienda realizar ejercicio 3 veces a la semana por 30 minutos como mínimo.