“Siempre quisimos tener tres niños, pero nunca imaginamos que sería de esta manera”
María José y Juan Pablo están disfrutando de sus hijos Iñaqui, Dante y Bruna, nacidos el 2 de enero de este año.
María José Canales y Juan Pablo Valdés son ingenieros comerciales. Se conocieron en la universidad, hace 3 años que están casados y soñaban con ser padres de 3 niños.
“Siempre quisimos tener tres niños: dos hombres y una niñita, y así fue, pero nunca imaginamos que sería de esta manera”, cuenta Juan Pablo.
Todo partió en junio del año pasado, cuando María José comenzó a sentirse mal y sospechó que se podría tratar de un embarazo, por lo que se hizo una prueba que mostró un resultado que le pareció poco concluyente: “como primeriza, no sabía si esa marca tan leve era que estaba embarazada o no, pero como me sentía tan mal, tomé hora para hacerme una ecografía”, recuerda.
La ecografía de María José no fue una ecografía común: “el doctor nos miró y nos dijo, están muy embarazados. Se veían dos latidos. Lo encontramos increíble, pero cinco minutos después, la enfermera miró la pantalla del monitor y le cambió la cara. Ahí el doctor nos dijo no son dos, son tres”, recuerda Juan Pablo.
El Dr. Masami Yamamoto, especialista en medicina materno fetal, les explicó que los embarazos múltiples son considerados de alto riesgo por lo que exigen cuidados adicionales.
“El embarazo triple tiene complicaciones maternas y fetales, aumentadas en relación a los embarazos únicos y dobles. Hay un 10% de riesgo que los trillizos nazcan bajo las 28 semanas y un 30% entre las 28 y 32 semanas. Esto implica un alto riesgo de morir en unidades de neonatología, y un alto costo en ocupación, pues la disponibilidad es de gran importancia”, señala el Dr. Yamamoto.
Además el especialista indica que “la mortalidad fetal en embarazos únicos es 1%, en dobles es 3% y en triples es 5%. Por otra parte, los embarazos triples tienen 40% de restricción de crecimiento fetal, en comparación con solo 20% en dobles”.
María José siempre pensó que podría seguir haciendo deporte mientras estuviese embarazada, pues es una actividad que le encanta. Sin embargo, a los cuatro meses y medio comenzó con contracciones y se empezó a cansar mucho, por lo que debió suspender la actividad física y se le indicó reposo durante las últimas tres semanas de embarazo.
“Los últimos días, era tan grande el tamaño de mi guata que me dolía mucho las espalda y me costaba dormir”, señala María José. Una de esas noches, llegó a la Clínica por los dolores, sin saber que ya había iniciado el trabajo de parto.
“Las guaguas nacieron de 29 semanas y el parto fue por cesárea. Y fue increíble la cantidad de gente que daba vueltas porque era un equipo para cada guagua, 18 personas en total, entre el Dr. Yamamoto, los neonatólogos y las 4 matronas. La Cote partió con las contracciones a las 5:30 y a las 10:30 del 2 de enero las guaguas ya habían nacido. Fue todo súper rápido”, cuenta Juan Pablo.
Iñaqui, Dante y Bruna permanecieron dos meses en la Unidad de Paciente Crítico Neonatológico. “La gente de la Neo, el equipo humano, es extraordinario. Desde cómo nos acogieron, nos contuvieron, nos calmaron, nos explicaron todo lo que hacen y por qué lo hacen. Nos asignaron una psicóloga que nos ayudó a calmar la ansiedad y nos explicó los procesos. Todo con mucho cariño y ternura. Nos íbamos felices, porque sabíamos que nuestros niños no podían estar en mejores manos”, cuenta Juan Pablo.
Hoy, ya están con Bruna e Iñaqui en la casa. Dante aún está en la Clínica a la espera de que sus pulmones terminen de madurar. Los tiempos de María José y Juan Pablo se dividen entre la Clínica, el cuidado de los niños en su casa y el trabajo.
Están felices. A sus 33 años celebran la llegada de sus 3 hijos y sus 3 años de matrimonio.
Unidad de Paciente Crítico Neonatológico
La Unidad de Paciente Crítico Neonatológico de Clínica Universidad de los Andes se encarga del tratamiento y recuperación de nuestros pacientes recién nacidos que se encuentran graves y requieren un cuidado médico especializado.
En esta área se atienden casos complejos o en situación de riesgo vital. Ello constituye una colaboración y respaldo permanente en cirugías, Urgencia y hospitalización médica, prestando atención completa, con médicos residentes y enfermeras las 24 horas. Esta unidad garantiza la entrega de monitorización y soporte vital avanzado al paciente.
Nuestra Clínica cuenta con un equipo multidisciplinario de neonatólogos, matronas y personal paramédico especialmente preparados para tratar situaciones de alto riesgo. Su trabajo se ve complementado con obstetras, ecografistas y especialistas para enfrentar embarazos de alto riesgo. Además, contamos con los avances tecnológicos necesarios para entregar atención oportuna y resguardar la integridad del recién nacido y su familia.
“Siempre quisimos tener tres niños: dos hombres y una niñita, y así fue, pero nunca imaginamos que sería de esta manera”, cuenta Juan Pablo.
Todo partió en junio del año pasado, cuando María José comenzó a sentirse mal y sospechó que se podría tratar de un embarazo, por lo que se hizo una prueba que mostró un resultado que le pareció poco concluyente: “como primeriza, no sabía si esa marca tan leve era que estaba embarazada o no, pero como me sentía tan mal, tomé hora para hacerme una ecografía”, recuerda.
La ecografía de María José no fue una ecografía común: “el doctor nos miró y nos dijo, están muy embarazados. Se veían dos latidos. Lo encontramos increíble, pero cinco minutos después, la enfermera miró la pantalla del monitor y le cambió la cara. Ahí el doctor nos dijo no son dos, son tres”, recuerda Juan Pablo.
El Dr. Masami Yamamoto, especialista en medicina materno fetal, les explicó que los embarazos múltiples son considerados de alto riesgo por lo que exigen cuidados adicionales.
“El embarazo triple tiene complicaciones maternas y fetales, aumentadas en relación a los embarazos únicos y dobles. Hay un 10% de riesgo que los trillizos nazcan bajo las 28 semanas y un 30% entre las 28 y 32 semanas. Esto implica un alto riesgo de morir en unidades de neonatología, y un alto costo en ocupación, pues la disponibilidad es de gran importancia”, señala el Dr. Yamamoto.
Además el especialista indica que “la mortalidad fetal en embarazos únicos es 1%, en dobles es 3% y en triples es 5%. Por otra parte, los embarazos triples tienen 40% de restricción de crecimiento fetal, en comparación con solo 20% en dobles”.
María José siempre pensó que podría seguir haciendo deporte mientras estuviese embarazada, pues es una actividad que le encanta. Sin embargo, a los cuatro meses y medio comenzó con contracciones y se empezó a cansar mucho, por lo que debió suspender la actividad física y se le indicó reposo durante las últimas tres semanas de embarazo.
“Los últimos días, era tan grande el tamaño de mi guata que me dolía mucho las espalda y me costaba dormir”, señala María José. Una de esas noches, llegó a la Clínica por los dolores, sin saber que ya había iniciado el trabajo de parto.
“Las guaguas nacieron de 29 semanas y el parto fue por cesárea. Y fue increíble la cantidad de gente que daba vueltas porque era un equipo para cada guagua, 18 personas en total, entre el Dr. Yamamoto, los neonatólogos y las 4 matronas. La Cote partió con las contracciones a las 5:30 y a las 10:30 del 2 de enero las guaguas ya habían nacido. Fue todo súper rápido”, cuenta Juan Pablo.
Iñaqui, Dante y Bruna permanecieron dos meses en la Unidad de Paciente Crítico Neonatológico. “La gente de la Neo, el equipo humano, es extraordinario. Desde cómo nos acogieron, nos contuvieron, nos calmaron, nos explicaron todo lo que hacen y por qué lo hacen. Nos asignaron una psicóloga que nos ayudó a calmar la ansiedad y nos explicó los procesos. Todo con mucho cariño y ternura. Nos íbamos felices, porque sabíamos que nuestros niños no podían estar en mejores manos”, cuenta Juan Pablo.
Hoy, ya están con Bruna e Iñaqui en la casa. Dante aún está en la Clínica a la espera de que sus pulmones terminen de madurar. Los tiempos de María José y Juan Pablo se dividen entre la Clínica, el cuidado de los niños en su casa y el trabajo.
Están felices. A sus 33 años celebran la llegada de sus 3 hijos y sus 3 años de matrimonio.
Unidad de Paciente Crítico Neonatológico
La Unidad de Paciente Crítico Neonatológico de Clínica Universidad de los Andes se encarga del tratamiento y recuperación de nuestros pacientes recién nacidos que se encuentran graves y requieren un cuidado médico especializado.
En esta área se atienden casos complejos o en situación de riesgo vital. Ello constituye una colaboración y respaldo permanente en cirugías, Urgencia y hospitalización médica, prestando atención completa, con médicos residentes y enfermeras las 24 horas. Esta unidad garantiza la entrega de monitorización y soporte vital avanzado al paciente.
Nuestra Clínica cuenta con un equipo multidisciplinario de neonatólogos, matronas y personal paramédico especialmente preparados para tratar situaciones de alto riesgo. Su trabajo se ve complementado con obstetras, ecografistas y especialistas para enfrentar embarazos de alto riesgo. Además, contamos con los avances tecnológicos necesarios para entregar atención oportuna y resguardar la integridad del recién nacido y su familia.