¿Tienes que hacerte una resonancia magnética?
Qué es una resonancia magnética
Cómo se realiza
El paciente debe recostarse en la camilla, vistiendo una bata solamente, ya que cualquier elemento metálico puede alterar el resultado.
Esta camilla se desliza dentro del tubo para posicionar a la persona de la manera correcta según la parte del cuerpo que se vaya a analizar.
Es un examen que no produce dolor, pero sí puede causar incomodidad a quienes no pueden mantenerse quietos mucho tiempo o si padecen claustrofobia. En estos casos se debe programar el estudio con apoyo de anestesia, la cual es administrada por un médico anestesiólogo. Asimismo, el resonador emite sonidos muy fuertes, por lo que es necesario utilizar protectores de oídos.
En caso de emergencia, el paciente siempre tiene consigo un intercomunicador con el cual puede pedir asistencia a los tecnólogos que realizan el examen.
Para qué se pide
Una RNM sirve tanto para diagnosticar patologías, como para planificar tratamientos y analizar si estos están siendo efectivos. Así, una resonancia magnética es de utilidad, entre otras cosas, para:
- Identificar tumores, cáncer u otro tipo de masas
- Determinar alteraciones en la estructura de tejidos
- Estudiar vasos sanguíneos
- Analizar diversos órganos
- Ver anomalías óseas
- Confirmar la presencia de infecciones
Qué preparación requiere
Generalmente, para gran parte de los estudios de resonancia magnética basta con 1 hora de ayuno, junto con el retiro de todos los elementos accesorios como joyas o celulares el día del examen. En algunas ocasiones, el ayuno se puede extender a 6 horas como en los casos de estudios abdominales (abdomen, páncreas, riñones, vía biliar). En tanto, si la resonancia es con apoyo de anestesia, se pide un ayuno de 8 horas.
Además, se debe informar si se tiene elementos metálicos producto de cirugías o en caso de algún accidente (esquirlas), y también si se es portador de marcapasos.
El resultado se entrega 72 horas después.