Clínica Universidad de los Andes / Noticia

Examen PCR para detectar el virus papiloma humano

Es una prueba más efectiva que el Papanicolau y que se debe repetir con menor frecuencia.
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Uno de los cánceres más habituales entre las mujeres es el cervicouterino, el que se produce en las células del cuello del útero. Actualmente y según cifras de GLOBOCAN, en Chile el año 2022, se notificaron 1.559 casos nuevos y provocó la muerte de 825 mujeres.

Esta enfermedad está relacionada a una infección persistente por virus papiloma humano (VPH), específicamente los genotipos 16 y 18, responsables de casi el 70% de los casos. En general, el cáncer afecta más a mujeres de 35 a 45 años, y de entre 55 y 65 años. Sin embargo, puede dar a cualquier edad después de los 25 años. Además, se estima que el 80% de la población sexualmente activa ha tenido alguna infección por VPH.

Por estas razones, es muy importante revisarlo a tiempo. El VPH puede causar lesiones precancerosas, llamadas neoplasia intraepitelial (NIE). Tienen el potencial de convertirse en cáncer si no se detectan. Casi siempre ocurre en el cuello del útero, pero puede aparecer en la vagina, vulva, ano, pene y la parte posterior de la garganta.

PCR para virus papiloma humano

La principal manera de prevenir el cáncer cervicouterino es mediante el control ginecológico anual. Este siempre se ha realizado con el  Papanicolau (PAP), pero existe una alternativa más efectiva: PCR para virus papiloma humano.

"Esta técnica es más precisa porque se adelanta en el proceso de la enfermedad. Nos permite pesquisar la presencia del virus incluso antes de que aparezcan las lesiones precancerosas. Así, podemos identificar a las mujeres que tienen más riesgo y hacer un seguimiento más estrecho para tratarlas antes de que desarrollen lesiones más graves", explica el Dr. Rafael Jensen, ginecólogo oncólogo de Clínica Universidad de los Andes.

  • Recomendado en: mujeres mayores de 30 años, ya que en las más jóvenes diagnostica muchas infecciones transitorias que no son relevantes. Por eso, entre los 25 y 30 años es preferible tomar el Papanicolau (PAP).
  • Periodicidad: al ser más preciso, se puede repetir cada 3 a 5 años, no de forma anual, dependiendo de cada paciente.
  • Método: al igual que el Papanicolau, se toma una muestra del cuello del útero. Dura alrededor de cinco minutos y el resultado demora siete días hábiles.

El Dr. Jensen afirma que, gracias a este examen, es posible detectar la presencia o no del virus, ya que no da síntomas. Asimismo, es muy importante descubrir de forma temprana las lesiones producidas por el VPH para resecarlas (extirpar) antes de que se transformen en cáncer.

La importancia de la vacuna contra el VPH

La otra herramienta preventiva es la vacuna contra el VPH. Es parte del Programa Nacional de Inmunización (PNI) y está dirigida a niñas y niños antes del inicio de la actividad sexual. Se aplica a esta edad cuando se logra una mejor respuesta inmunológica. El esquema ministerial de vacunación actual incluye una sola dosis de la vacuna nonavalente en 4º básico.

La vacuna está dirigida a los tipos de virus 16 y 18, y es muy eficaz en la prevención de lesiones cervicales precancerosas causadas por estos tipos de virus.

Las mujeres jóvenes que no se vacunaron con el PNI también pueden beneficiarse de hacerlo, incluso si ya han comenzado su vida sexual. La vacuna previene, al menos, la mitad de los casos de cáncer cervicouterino en las mujeres que se vacunan antes de los 30 años. La OMS recomienda la vacunación hasta los 45 años.

"El cáncer cervicouterino es una causa importante de muerte en mujeres, los síntomas aparecen tarde y que pueden ser difíciles de identificar. Además, el tratamiento puede dejar secuelas importantes. Sin embargo, sí es posible detectarlo a tiempo mediante el chequeo preventivo anual", asegura el especialista.

Profesionales que participaron en esta nota

Dr. Rafael Jensen Escudero

Ginecología y Obstetricia - Ginecología Oncológica

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