Vacaciones: 9 medidas para una real desconexión del trabajo
Se acercan las tan anheladas vacaciones, muy necesarias para cuidar la salud mental y física, donde no sólo se debe disfrutar del descanso y la recreación, sino que se vuelve fundamental lograr una real desconexión de las tareas habituales para poder recargar energías y volver a enfrentar un nuevo año laboral.
Sin embargo, desligarse 100% del trabajo puede ser un gran desafío para muchas personas. Así lo revela el informe “What Workers Want 2020”, elaborado por Hays, empresa inglesa de selección de personal: al 52% de los trabajadores les cuesta desconectar del trabajo y al 25% durante las vacaciones y los fines de semana.
Al respecto, María Paz Altuzarra, psicóloga de Clínica Universidad de los Andes, explica que “hacer un quiebre en la rutina es fundamental para que las personas puedan volver no sólo descansados, sino también con mayor impulso para la creatividad, la productividad y la toma de decisiones. Sin embargo, debido al acelerado ritmo de vida actual, a los chilenos les cuesta desconectarse del trabajo en vacaciones, por lo que es importante tomarse en serio lo que es una real desconexión de las tareas y rutinas laborales”.
María Paz entrega algunas recomendaciones para lograr desconectarse en las vacaciones:
- Organizarse bien y dejar todo terminado antes de partir: es importante dejar todo listo, aunque implique trabajar más horas los días previos. Si esto no es posible, delegar en un compañero, de manera de no tener esa preocupación y evitar recibir llamadas para aclarar algo que quedó inconcluso.
- Duración de las vacaciones: ausentarse pocos días o una semana no es tiempo suficiente para desconectarse y recargar energías. Se recomienda que las vacaciones sean, al menos, de dos semanas, tiempo que permitirá desconectarse lentamente y luego adaptarse para volver a las labores diarias.
- Desconectar las notificaciones del correo en el celular y el grupo de WhatsApp institucional: estas herramientas pueden ser el enemigo número uno durante las vacaciones, ya que la tentación de revisar los correos entrantes o leer los mensajes no permitirá una real desconexión.
- Olvidarse del celular: para concentrarse en disfrutar y descansar, se aconseja dejar el celular de lado, idealmente, apagarlo.
- Hacer un cambio en las rutinas: la mejor manera de desconectarse es cambiar de ambiente, pero esto no siempre es posible. Si se va a estar en la casa, se puede planificar rutinas diferentes a las del resto del año. Un ejemplo es relajar los horarios de levantarse, de las comidas y de irse a dormir. Se puede aprovechar el tiempo para leer, practicar deporte, visitar amigos o familiares, ver películas en familia, incluso hacer algún arreglo pendiente en la casa. “Improvisar con actividades nuevas siempre será positivo para romper la rutina”, explica María Paz. De la misma manera, no hay que llenarse de planes que finalmente estresarán este periodo.
- Liberar endorfinas: la actividad física es una de las mejores formas de relajarse, ya que genera endorfinas, sustancias que elabora el cuerpo y producen sensación de bienestar.
- Alejarse de los espacios de trabajo: las vacaciones no son el momento para pasar cerca de la oficina, entrar a saludar a los compañeros o, si se trabaja desde la casa, pasar tiempo en la habitación donde está el computador. Asimismo, se recomienda guardar y mantener alejado de la vista materiales o elementos que se utilizan para trabajar.
- Buscar momentos para uno mismo: independiente de que se salga acompañado, es muy importante dedicar algunos momentos para uno mismo, donde se pueda realizar lo que uno realmente quiere o le gusta.
- Preparar el regreso de manera progresiva: no dejar programadas reuniones para el primer día de vuelta al trabajo, de manera que la adaptación pueda ser gradual y tener tiempo para ponerse al día, revisar los correos, priorizar y organizar tareas.
“Las vacaciones tienen numerosos beneficios que están documentados, como disminuir el nivel de estrés, tener un efecto protector ante la depresión, aumentar la concentración, mejorar la calidad del sueño y del sistema inmune y, en general, mejorar el estado del ánimo. Razones poderosas para tomarlas en serio y sacarles el mayor provecho antes de volver a la rutina diaria”, concluye Altuzarra.