Parálisis Facial

• Parálisis de Bell o Parálisis Idiopática: se debe a una inflamación del nervio en su canal óseo y se caracteriza por aparecer de forma súbita. En algunos casos se relaciona con períodos de mayor estrés o cansancio y en muchos casos existen síntomas previos como “hormigueos” en la cara o dolor retroauricular. En la mayoría de los casos debuta como una parálisis completa de un lado de la cara. Una consulta precoz y tratamiento oportuno son claves para el pronóstico.
  

• Tumores: la extirpación de tumores vecinos al nervio facial (neurinoma del acústico) pueden dejar como secuela distintos grados de parálisis facial. Por otra parte la resección de tumores de parótida en algunos casos incluye al nervio facial lo cual resulta en un parálisis del lado operado.
  

• Traumatismos: heridas y fracturas de la zona craneofacial pueden producir daño al nervio facial y resultar en una parálisis de este tipo.
  

• Infecciones: las reactivaciones de virus como el virus varicela zoster (el mismo que produce el herpes zoster) puede afectar al nervio facial y producir una parálisis. Esta causa es también conocida como Síndrome de Ramsay Hunt.
  

• Patología de oído: patologías como el colesteatoma pueden dañar el nervio facial y producir una parálisis.
  

• Pediátricas: en niños las causas más frecuentes de parálisis facial son aquellas relacionadas con partos traumáticos y casos sindrómicos como el Síndrome de Möebius. Estas causas también tienen tratamiento a edades tempranas.

Los síntomas de la parálisis facial están relacionados con el grado de daño del nervio y el nivel anatómico en el que se produce. Sin embargo, los síntomas más frecuentes son:

• Pérdida parcial del gusto
• Ojo seco
• Asimetría facial
• Incapacidad para elevar la ceja
• Incapacidad para cerrar el ojo: este es el síntoma más importante y que debe ser tratado tempranamente para evitar problemas oculares.
• Ectropión (caída) del párpado inferior
• Incapacidad para sonreír
• Parálisis del labio inferior

En parálisis facial existen exámenes orientado a identificar la causa de la parálisis como resonancia magnética y scanner de la región de la cabeza y el cuello. Por otra parte, existen exámenes para medir el grado de daño y/o recuperación del nervio como la electromiografía y estudio de conducción nerviosa. Éstos últimos son también importantes en el seguimiento de cada paciente.

Existen distintas alternativas quirúrgicas y no quirúrgicas para tratar las distintas secuelas de la parálisis facial como:

• Implantes de oro en párpado superior para recuperar el cierre ocular
• Cirugía para corregir la caída del párpado inferior
• Reanimación de la sonrisa mediante microcirugía:
• Transferencia nerviosa de nervio masetérico a nervio facial
• Injerto facial cruzado
• Colgajo libre de músculo inervado
• Cirugía para mejorar las sinkinesias
• Suspensión facial estática con tejidos del propio paciente
• Infiltración de toxina botulínica para mejorar simetría y sinkinesias (movimientos anormales)

La kinesioterapia es un pilar esencial en el tratamiento de la parálisis facial. Su importancia radica en mantener los músculos activos mientras dura la parálisis en casos en que ésta es transitoria y complementar el tratamiento quirúrgico en casos permanentes que requieren cirugía. En muchos casos de reanimación quirúrgica de la sonrisa, la kinesioterapia es fundamental en la reeducación del movimiento.

Muchas personas con parálisis facial sufren síntomas psicológicos producto de su condición. Tu motivación es fundamental en todo el proceso de tratamiento y recuperación de la parálisis y para eso contamos con áreas especializada de Salud Mental para ayudarte en este aspecto.