Actualización al 2021
Se manifiestan con dolor o molestias y una masa fluctuante en la zona inguinal que se hace más manifiesta al llanto, al toser o al realizar actividad física en niños más grandes.
La mayoría de las veces es fortuita, sin embargo, es 4 a 8 veces más frecuente en niños que en niñas y se asocia a recién nacidos prematuros (hasta 30% menores a 1 kilo).
La cirugía se realiza con anestesia general, es ambulatoria y consiste en resecar el saco herniario y cerrar el defecto de la pared que está abierto.
Es clínico, y se hace con la historia del paciente y un examen físico solicitado por el cirujano pediátrico. Cuando hay dudas, o se trata de pacientes obesos, indica una ecotomografía inguinal o inguinoescrotal.