Actualización al 2020
Un paro cardíaco es cuando, de forma repentina, se pierde la función cardíaca, afectando también la respiración y llevando a pérdida de consciencia. Si no se recibe tratamiento de manera inmediata, puede provocar la muerte.
No es lo mismo que un infarto al miocardio, situación médica producida por el bloqueo del flujo sanguíneo hacia alguna parte del corazón. Pero un infarto sí puede causar un paro cardíaco.
Los factores de riesgo de tener un paro cardíaco son:
Si bien lo más habitual es que un paro cardíaco se produzca sin dar señales de aviso, en algunas ocasiones se presentan síntomas que son repentinos, como:
Pérdida de conocimiento
Dificultad para respirar
Ausencia de pulso
Debilidad
Palpitaciones
Falta de aliento
Los paros cardíacos son provocados por una alteración en el sistema eléctrico que regula la frecuencia y ritmo de los latidos del corazón, provocando arritmias que pueden llevar a un paro cardiorrespiratorio.
Una arritmia es cuando el corazón está latiendo muy rápido, demasiado lento o de forma irregular. En general, no producen problemas y pueden ser pasajeras, pero a veces causan graves consecuencias. Asimismo, pueden ser más peligrosas en quienes tienen una enfermedad cardíaca de base, como:
Infarto cardíaco
Valvulopatía
Enfermedad cardíaca congénita
Enfermedades coronarias
Un paro cardíaco es una emergencia médica que requiere de atención inmediata, la cual puede consistir en:
RCP : La resucitación cardiopulmonar mantiene la circulación sanguínea y la oxigenación. Se debe realizar hasta tener un desfibrilador disponible o recibir atención médica.
Desfibrilación: Con un desfibrilador se aplica una descarga eléctrica que detiene el corazón y las arritmias, lo que permite que el corazón vuelva a retomar el ritmo normal. Los desfibriladores se encuentran en diferentes lugares, como centros comerciales, colegios, empresa, etc. E incluyen las instrucciones de uso.
Una vez que la persona ha sido estabilizada y se ha recuperado, el cardiólogo hará un estudio para ver qué causo el paro cardíaco y controlar esa afección. Los tratamientos a largo plazo que pueden llevarse a cabo van a depender fundamentalmente de la causa del paro cardíaco. Entre estos se encuentran:
Angioplastía coronaria si la causa es un infarto agudo al miocardio.
Marcapaso o desfibrilador automático implantable si la causa es una arritmia.
Cirugía de revascularización miocárdica en algunos casos seleccionados, en conjunto con un control estricto de los factores de riesgo mencionados anteriormente.