Actualización al 2020
El pie diabético es una complicación tardía de la diabetes y corresponde a una alteración anatómica o funcional, que es determinada por neuropatía o enfermedad arterial periférica en las extremidades inferiores, generando mayores posibilidades de presentar una infección, ulceración y destrucción de tejidos profundos del pie.
Un pie diabético no tratado a tiempo y de manera correcta, puede derivar en la amputación de la extremidad. Es así como esta medida es 15 veces más frecuente en diabéticos que en la población general, viéndose más afectados los hombres que las mujeres. Sin embargo, el 80% de las úlceras y amputaciones del pie se podrían prevenir.
Los síntomas más frecuentes de alteraciones en el pie diabético son:
Los factores que favorecen la aparición del pie diabético son:
Neuropatía diabética: es la principal causa del pie diabético, entre 70 a 100% de los casos. Consiste en que se produce pérdida de sensibilidad del pie, reduciendo la percepción de dolor y de la presión. Esto conlleva una falta de la protección del pie, desbalance muscular, deformidades anatómicas, fisuras o grietas y alteración de la microcirculación.
Enfermedad vascular arterial periférica: está presente en el 15 a 30% de las personas diabéticas con úlceras en los pies. En el 50% de los afectados es asintomático y se asocia a la neuropatía. Esto incide en que muchas veces el problema se evidencia cuando hay una isquemia aguda crítica.
Además, existen factores de riesgo tales como ser de sexo masculino, llevar más de diez años con diabetes, tener estructura anormal del pie, tabaquismo, antecedentes de úlcera o amputación y control glicémico deficiente. Es por esto que es importante una buena evaluación del pie diabético.
Esta patología puede generar múltiples complicaciones, como infecciones o lesiones cutáneas. Es de suma importancia que el cuidado de los pies sea realizado por un podólogo, que guíe el tratamiento adecuado para evitar que algunas lesiones se agraven. Generalmente, el 85% de las amputaciones se realiza a causa de una úlcera sin el tratamiento adecuado.
El tratamiento para las úlceras de los pies dependerá de la gravedad de la herida. Sin embargo, por lo general, este consiste en reposo, quitar el tejido muerto, mantener la herida limpia para promover la cicatrización, ingesta de antibióticos y, en ocasiones, hospitalización. Estas heridas deben ser controladas con frecuencia y pueden tardar de cuatro a seis semanas en cicatrizarse por completo.
Cuando la afección produce una pérdida importante del tejido o una infección mortal, la amputación puede ser la única opción.
Luego de la amputación, es importante seguir el tratamiento para la diabetes, ya que las personas que tuvieron una amputación corren mayor riesgo de tener otra. Es por esto, que es necesario consumir alimentos saludables, hacer ejercicio regularmente, controlar el nivel de azúcar en la sangre y evitar el tabaco. Cambiar los hábitos podría prevenir otras complicaciones de la diabetes.
Cirugía Vascular
Equipo de Enfermería de curación avanzada
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