Muelas del juicio: la experiencia de extraerlas ya no es como antes
Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son los últimos dientes que se desarrollan y aparecen en la boca. Su erupción se produce comúnmente entre los 17 y 25 años, edad que antiguamente se denominaba “edad del juicio”.
¿Por qué en la mayoría de las personas hay que extraerlas?
La Dra. Emilia Barros, cirujano máxilo-facial de Clínica Universidad de los Andes, señala que “existen factores de evolución que explican que nuestras mandíbulas son cada vez más pequeñas, por lo que no existe el espacio adecuado para que las muelas del juicio se ubiquen en la boca y participen en la masticación de manera efectiva, situación que se conoce como impactación”.
Los problemas más frecuentes que se producen con la aparición de las muelas del juicio son:
- Dificultad de limpieza y caries.
- Infecciones agudas de las encías asociadas a dolor, inflamación de la cara y dificultad para abrir la boca.
- Infecciones crónicas que pueden aumentar la carga bacteriana bucal y producen mal aliento.
- Daño a piezas dentales vecinas.
- La aparición de estas muelas desalinea los dientes, incluso pueden estropear un tratamiento de ortodoncia terminado.
- Desajustes en la mordida y dolor en la articulación temporomandibular.
- Quistes, tumores benignos o malignos de los maxilares. Estas patologías pueden producir fracturas y daño a los nervios vecinos.
- Diseminación de bacterias de la boca al cuello, corazón, articulaciones y riñón.
No debes ignorar tus muelas del juicio
Es recomendable hacer las extracciones entre los 15 y 25 años, ya que las tasas de complicaciones son mínimas, y la recuperación postoperatoria es mucho más rápida en personas jóvenes.
En general, las muelas del juicio se deben extirpar con un procedimiento quirúrgico menor, en pabellón, y es ambulatorio. En promedio, demora entre 45 y 60 minutos y debe ser realizado por un cirujano oral o máxilo-facial.
Lo ideal es realizar la extracción de las cuatro muelas del juicio en un mismo procedimiento, evitando así pasar por varias consultas, dolor, ciclos de postoperatorio y consumo de medicamentos. Dependiendo de cada caso, se puede sumar sedación o anestesia general para que los pacientes se sientan más tranquilos.
“Muchas personas tienen aprehensiones y temores por el procedimiento y postoperatorio. Es importante darles tranquilidad, porque en la Clínica el manejo de esta patología, otorgado por nuestro equipo, en conjunto con todas las alternativas de sedación y anestesia complementaria, aseguran que su experiencia y recuperación sea óptima”, explica la Dra. Barros.
¿Qué esperar después de la cirugía?
Como en cualquier postoperatorio, puede haber hinchazón local y molestias leves por dos o tres días, lo cual es normal durante el proceso curativo y será manejado adecuadamente con medicamentos indicados por el cirujano.
Durante esta etapa, las compresas frías y el consumo de alimentos blandos y fríos, como helados, pueden ayudar mucho a disminuir la hinchazón.
Ante cualquier duda los días siguientes a la cirugía, el especialista siempre estará disponible para acompañar al paciente y guiarlo en su recuperación. Además, el equipo de cirugía oral y maxilofacial recomendará las mejores alternativas para coordinar el procedimiento según las necesidades de cada uno.
El equipo de cirujanos orales y maxilofaciales de Clínica Universidad de los Andes está integrado por los odontólogos y cirujanos, especialistas que atienden en formato presencial y por Telemedicina.