Artritis y artrosis: Conoce sus principales diferencias
Muchas veces se confunde la artritis con la artrosis, sin embargo, ambas patologías corresponden a cuadros médicos de causas, síntomas y tratamientos diferentes.
El Dr. Alejandro Badilla, reumatólogo de Clínica Universidad de los Andes, explica las principales diferencias entre estas dos enfermedades:
Definición
La artritis corresponde a un dolor inflamatorio en un contexto de patología sistémica, es decir, con posible compromiso de otros órganos; mientras que la artrosis sólo afecta las articulaciones en forma mecánica-degenerativa.
Síntomas
La artritis presenta dolor articular, junto con hinchazón o enrojecimiento en la misma zona, estas molestias pueden afectar a una o más articulaciones y, en algunos casos, hacerse crónicas como en la artritis reumatoidea.
En tanto, la artrosis, además de dolor articular, produce rigidez y sensibilidad de las articulaciones, pérdida de flexibilidad y finalmente compromiso de los rangos de movilidad. El 30% de los adultos mayores a 65 años puede tener algún signo o síntoma relacionado con artrosis y actualmente es la tercera condición que provoca deterioro e incapacidad, después de la enfermedad de Alzheimer y de la diabetes.
Causas
La artritis puede ser causada por infecciones (artritis séptica), depósito de cristales (gota) o procesos autoinmunes (artritis reumatoide).
La artrosis, en cambio, se produce porque el cartílago protector de la articulación, que amortigua los extremos de los huesos, se desgasta con el tiempo.
Ubicación
La artritis puede adoptar una distribución monoarticular en la artritis séptica y la gota; oligoarticular (afecta hasta cuatro articulaciones) en la espondiloartritis o poliarticular (afecta a más de cuatro articulaciones) como es el caso de la artritis reumatoide.
Aunque la artrosis puede dañar cualquier articulación, afecta comúnmente a las manos, rodillas, caderas y columna vertebral.
Tratamiento
La artritis puede llegar a ser muy dañina y dejar secuelas importantes en las articulaciones y otros órganos, perjudicando mucho la calidad de vida de las personas. El tratamiento dependerá de la causa de la misma y puede ir desde el consumo de antiinflamatorios hasta inmunosupresores.
La artrosis es una enfermedad presente radiográficamente en el 100% de la población sobre los 60 años y de mejor pronóstico al no ser una patología sistémica. No existe un tratamiento curativo, sin embargo, el alivio del dolor se logra con medidas simples como bajar de peso, evitar ejercicios de impacto articular, analgésicos, antiinflamatorios, infiltraciones y, en casos severos, recambios articulares con prótesis como rodillas y caderas.
Existe una serie de medicamentos de acción sintomática lenta muy indicados en la actualidad como la glucosamina, condroitin sulfato, colágeno, aceite de soja+palta, que no han demostrado detener la enfermedad, pero sí producen alivio sintomático, evitando el uso excesivo de antiinflamatorios peligrosos en adultos mayores.