10 recomendaciones para personas que viven con osteoporosis
Una de las patologías crónicas más habituales en la tercera edad es la osteoporosis, enfermedad asintomática producida porque, desde la sexta década de la vida, tanto en hombres como en mujeres, se produce una pérdida de masa ósea en relación al envejecimiento que afecta los huesos, debilitándolos y haciéndolos más susceptibles de sufrir fracturas.
Para concientizar sobre esta enfermedad y enfatizar en su prevención y la importancia de un diagnóstico precoz y tratamiento oportuno, cada 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis.
“Los huesos son un tejido activo que se renueva constantemente, llegando a su máximo alrededor de los 30 años para luego, cercano a los 45 en las mujeres y a los 60 en los hombres, comenzar a decaer. En ellas, con la menopausia, esta pérdida de masa ósea es más acentuada en la columna vertebral. Mientras que, en ambos sexos, afecta a las caderas y huesos largos, especialmente brazos”, explica la Dra. Claudia Campusano, endocrinóloga de Clínica Universidad de los Andes.
Entre los principales factores de riesgo para tener osteoporosis están:
- Ser mayor de 60 años
- Ser mujer y en especial muy delgada
- Baja ingesta de calcio y bajos niveles de vitamina D
- Tener antecedentes familiares de osteoporosis
- Consumo excesivo de alcohol y tabaquismo
- Medicamentos como corticoides y antiácidos
- Sufrir diabetes, enfermedad celíaca y patologías reumatológicas como artritis y lupus.
Si bien no existe un tratamiento para revertir la osteoporosis, sí hay medidas que ayudan a detenerla y evitar su avance. Estas son:
- Asegurar una ingesta adecuada de calcio: los niveles necesarios de este mineral deben ser de 1000 a 1200 UI/día, favoreciendo el consumo a través de los alimentos, equivalente a 3 a 4 porciones de lácteos al día. Si no es posible, debe suplementarse farmacológicamente.
La principal fuente de calcio son los productos lácteos, pero este mineral también se encuentra en algunos peces, legumbres, frutos secos, vegetales verde oscuro y semillas.
- Tener un consumo adecuado de proteínas: estas moléculas son fundamentales para los huesos y la musculatura. Se puede obtener, principalmente, de las carnes.
- Asegurar niveles plasmáticos adecuados de vitamina D: la mejor forma de obtener vitamina D es exponiéndose directamente a los rayos del sol de manera segura (no en horario de mayor radiación y no más de 20 a 30 minutos). De no ser posible, sobre todo por no poder realizar actividades al aire libre, se debe asegurar un aporte diario de 800 a 1.000 UI/día, el que puede obtenerse son suplementos o en alimentos como pescados grasos, cereales y lácteos.
- Hacer ejercicio de manera regular: se aconseja realizar actividad física, al menos, 30 a 45 minutos tres veces a la semana, ya que promueve la fijación de calcio en el hueso. El ideal es que este ejercicio sea de impacto, es decir, estar en contacto con la superficie, como al caminar y trotar. Es importante que la disciplina elegida sea acorde a la condición física y salud de cada persona.
Además, al tonificar la musculatura, se reducen las probabilidades de sufrir tropiezos y caídas.
- Evitar ingesta excesiva de alcohol: esta sustancia reduce la densidad ósea, además de causar caídas al estar en estado de ebriedad.
- No fumar: el tabaco disminuye la densidad ósea.
- Evitar uso sin control de fármacos con efectos adversos para el hueso: entre estos medicamentos están los glucocorticoides y las hormonas tiroideas en exceso.
- Prevenir caídas: una persona que tiene osteoporosis y sufre una caída, puede fracturarse fácilmente. Por esto, la osteoporosis es una de las principales causas de discapacidad en la tercera edad.
Al respecto, es importante tener un ambiente seguro que incluya pisos de goma en la tina, barras de apoyo, antideslizantes bajo las alfombras, no dejar cables y otros elementos que puedan causar caídas. A esto hay que sumar uso de calzado bajo bien ajustado y antideslizante y evitar el uso innecesario de sedantes o fármacos hipotensores.
- Control médico periódico: para evaluar la necesidad de tratamiento farmacológico y evaluación adecuada en pacientes de alto riesgo de fracturas osteoporóticas.
- Evitar la automedicación: ciertos fármacos como inductores del sueño y sedantes pueden provocar caídas.